Toqué tantas veces fondo que cada vez que bajo, ya sé que mañana subiré. Me asombra tanto como es el ser humano que aprendí a ser yo misma.
Tuve que sentir la soledad para aprender a acompañarme. Intenté ayudar tantas veces a los demás que aprendí a esperar que me pidan ayuda. Hago solo lo que debo, de la mejor forma que puedo y los demás que hagan lo que quieran. Vi tantas liebres correr sin sentido, que aprendí a ser tortuga y apreciar el recorrido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario